Fue el portero por el que los niños comenzaron a querer jugar entre los tres palos y su camiseta de la selección forma parte de la infancia de varias generaciones. Jugador de club, fiel a los colores de la Real Sociedad durante toda su carrera. Y éste no era un equipo cualquiera, sino la mejor Real Sociedad de la historia que consiguió dos títulos de Liga consecutivos.

Quince años en la portería de un histórico como la Real Sociedad y ocho años defendiendo la portería de la selección española hacen de él una de las leyendas del fútbol en nuestro país, forjada a base de paradas imposibles. Se trataba de uno de esos porteros que infundían en el rival la sensación de que era imbatible, ese carisma únicamente está al alcance de muy pocos. Por ello, la afición de la Real coreaba en el mítico estadio de Atocha: “¡No pasa nada, tenemos a Arconada!”.

Arconada fue uno de los pilares de una gran selección española que fue subcampeona de Europa en 1984, cayendo en la final contra la Francia de Platini en un partido donde el guardameta guipuzcoano cometió un error en el momento menos adecuado.

Su camiseta fue homenajeada por Palop cuando España venció en la Eurocopa 2008 y también en el Mundial de 2010 que ganó España, cuando el uniforme de los porteros estaba inspirado en el de Arconada y el de los jugadores del campo en el que lució España en el Mundial celebrado en nuestro país en el 82.

Igual que llevamos grabada en la memoria su camiseta, lo recordamos calzando las míticas adidas Copa Mundial. Probablemente la Copa Mundial sea la bota de fútbol más reconocible de la historia y un modelo cuya gran calidad hace que a día de hoy siga vigente, más de 30 años después, pese a los avances tecnológicos de los nuevos modelos. La construcción de la parte superior en piel de canguro hace que sean un auténtico guante y por eso son tan apreciadas por los futbolistas profesionales y las han calzado algunos de los más ilustres de todos los tiempos como Maradona o Beckenbauer.