Liderado por Demna Gvasalia, Balenciaga parece estar envuelto en una feroz competencia consigo mismo para crear la zapatilla más loca posible.
El Triple S fue solo el comienzo, ya que ahora hemos visto dos versiones del Track: un zapato de punta FiveFinger, zapatos inspirados en botas de fútbol y muchos más diseños que nos han dejado rascándonos la cabeza ante la pregunta de quién realmente compra estos.
A primera vista, el Balenciaga Defender parece otro diseño salvaje que solo los ricos y famosos con demasiado dinero y un gusto cuestionable usarían de manera poco irónica. Sin embargo, tras una inspección más cercana, el Defender no es tan de otro mundo como crees.
La suela es enorme y le da a la zapatilla una elevación similar a la de un SUV. Pero la parte superior es relativamente dócil para los estándares de Balenciaga, y la combinación de colores apagados ayuda.
Dependiendo de cómo se vean a pie, podríamos tener la tentación de agarrar un par una vez que caigan.
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