Uno de los motivos por los que dejar de llevar un par de zapatillas es la suciedad. Pero, ¡tenemos un as en la manga con el que evitarás jubilarlas tan rápido! Estos son los 3 sencillos trucos para que tus zapatillas se mantengan impolutas:
- ¿Por qué limpiar tus zapatillas cuando puedes protegerlas?
Antes de estrenar tus zapatillas, un truco que te ahorrará de varias limpiezas es impregnarlas de un protector. Genera una capa con efecto repelente que consigue hacer resbalar los líquidos que caigan sobre la zapatillas y evitar que los rayos del sol le quiten potencia a los colores. ¡Es super fácil de utilizar! Normalmente, suelen tener formato spray y, simplemente, hay que echar el líquido a una distancia de unos 25 cm. Después, déjalas secar unos minutos al aire. Uno de los mejores es de la marca Crep.
- Para las prisas o los imprevistos de última hora
Para las manchas o rozaduras cantosas que aparecen por sorpresa y en el momento más inoportuno, lo mejor son los formatos de bolsillo. Eso sí, ¡los más eficaces!, el gel de forcefield es uno de ellos: este formato tiene un cepillo en la boquilla que debes presionar en la superficie que quieras limpiar para que salga el líquido y puedas comenzar a cepillar. Sirve para todo tipo de materiales excepto el nobuk.
El otro producto es de Crep y son un pack de toallitas perfectas para llevar en el bolso y que son muy eficaces para los roces. Aunque, no puede utilizarse sobre el ante y la tela.
- El kit para que tus zapatillas queden relucientes
Lo más importante para limpiar las zapatillas es acompañarte de un cepillo de cerdas suaves, un pequeño paño de secado suave y un buen limpiador. Una vez tienes todo lo necesario, es importante seguir los siguientes pasos:
- Prepara el lugar donde vas a limpiar las zapatillas
Lo mejor es escoger un lugar de la casa donde puedas mojar el suelo, como la terraza o el jardín. Si no, intenta escoger un espacio de la casa amplio en el que no haya paredes u objetos que no puedan mojarse y coloca papel de periódico.
- ¡Coge el cepillo!, llegó la hora de dejar tus zapatillas como nuevas
Echa unas gotas del producto en un recipiente con agua. Moja el cepillo y pásalo por toda la zapatilla. Si hay alguna parte de la zapatilla con ante, lo mejor es cepillarla unidireccional para que el material no sufra. Y, si es de varios colores, moja el cepillo antes de cambiar a otra zona de diferente tonalidad.
- Sécalas y ¡listo!
Cuando hayas terminado de cepillar la zapatilla, quita los restos de producto con el paño suave y déjalo secar en un lugar seco. ¡Verás que el resultado merece la pena!
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