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COLIN KAEPERNICK. UNA HISTORIA AMERICANA

Colin Kaepernick fue un quarterback de primer nivel, líder de un gran e histórico equipo de la NFL estadounidense como los San Francisco 49ers entre 2012 y 2016, que condujo al equipo hasta la Super Bowl en 2013 (que desafortunadamente perdieron por solo tres puntos). Pero en 2016, su carrera se detuvo repentinamente. No fue debido a un accidente o una descalificación, sino como resultado de un compromiso personal y político que decidió hacer público.

A fines de agosto de 2016, Colin decide que no se pondrá de pie durante el himno que se toca antes del partido. En cambio, permanece en su silla. Al principio parece un comportamiento casual, pero luego hace lo mismo en el siguiente partido y continúa haciéndolo las siguientes semanas. Los periodistas comienzan a preguntarle sobre las motivaciones de su silenciosa protesta: "No me voy a levantar para mostrar orgullo por la bandera de un país que oprime a los negros y las personas de color", dice Kaepernick en una entrevista exclusiva tras un partido. "Para mí, esto es más grande que el fútbol y sería egoísta por mi parte mirar hacia otro lado. Hay cadáveres en la calle y personas que cobran, se van y se salen con la suya". Tal declaración enciende una controversia en los Estados Unidos, en un momento en que el movimiento Black Lives Matter está tratando de crear conciencia en todo el país.

En el siguiente partido, Colin se une a su compañero de equipo Eric Reid, pero esta vez deciden arrodillarse. "Llegamos a la conclusión de que debíamos arrodillarnos, en lugar de sentarnos durante el himno como una protesta pacífica", dijo Colin Reid a la prensa. "Elegimos arrodillarnos porque es un gesto respetuoso. Recuerdo que pensamos que nuestra postura era como una bandera a media asta para señalar una tragedia”. La tragedia tiene que ver con el racismo, con el creciente uso de la violencia contra los negros por un número cada vez mayor de policías, con el apartheid político y económico que aún divide a la sociedad estadounidense en dos mitades: por un lado, ciudadanos blancos de primera clase; por el otro, todas las personas negras de segunda clase. Muchos otros jugadores se unen a la protesta silenciosa durante las semanas siguientes. Pero la reacción de la política es furiosa (particularmente de la derecha radical). Las manifestaciones de Kaepernick y muchos otros tienden a ser juzgadas como antipatrióticas e irrespetuosas con la bandera estadounidense, el himno nacional, la policía y el país en general. Los conservadores apelan a la NFL, instando a que tales comportamientos sean condenados y prohibidos. Los propietarios de los clubes (todos blancos, por cierto) dan una respuesta silenciosa pero inequívoca. Desde ese momento, Colin Kaepernick no ha encontrado un solo equipo dispuesto a contratarlo, aunque solo tiene 28 años y es un campeón indiscutible.

Aunque amado y respetado por la comunidad negra y la parte más progresista de la sociedad estadounidense, Colin Kaepernick estaba cayendo en la sombra. Pero las cosas cambiaron abruptamente el 4 de septiembre de 2018, cuando Nike lanzó su nueva campaña, para celebrar el 30 aniversario del eslogan "Just do it". Además de las caras de la estrella de la NFL, Odell Beckham Jr., y de la ganadora de 23 torneos de Grand-Slam, Serena Williams, vemos el rostro orgulloso de Colin. El lema de su retrato dice: "Cree en algo. Incluso si eso significa sacrificar todo". En cuestión de segundos, Kaepernick vuelve a estar en el centro de atención para enriquecer el debate público una vez más. Al mismo tiempo, la decisión de Beaverton de respaldar su implacable protesta es clara e inequívoca. En las horas posteriores, las redes sociales comienzan a amplificar las lamentaciones de los conservadores, que deciden prender fuego a sus propios zapatos, mientras que los hashtags #JustBurnIt y #BoycottNike se convierten en los temas más populares en Twitter. Decenas de videos saturan la web. ¿Por qué una marca que vende a todo el mundo eligió correr el riesgo de perder parte de sus fans?

Nos gustaría pensar que las grandes corporaciones tienen sus valores y que también creen en algo. Esperamos que una de las marcas que representa la idea misma de Estados Unidos en todo el mundo decida, con este acto, dar una señal de apoyo a las minorías, para atraer la atención sobre una difícil situación social. También esperamos que haya algo de verdad detrás de tales afirmaciones. Sin embargo, de lo que podemos estar absolutamente seguros es de que la campaña de Swoosh (el conocido logotipo de la compañía) tiene mucho sentido desde el punto de vista del marketing. Es un riesgo esperado, que ya ha logrado una cantidad de resultados positivos desde el punto de vista de la comunicación.

En primer lugar, Nike confirma su tradición de una marca que quiere asociarse con atletas revolucionarios e incluso rebeldes. Swoosh ha seguido esta línea desde la época de Jordan (cuando era mucho más difícil para un deportista negro convertirse en el abanderado de una marca) y su Air Jordan I se oponía a la NBA. Además, de esta forma la marca se une a la batalla para mantener sus clientes más fuertes, los consumidores afroamericanos que según los expertos están dispuestos a gastar una gran parte de sus ingresos en ropa deportiva. Los negros en los EE. UU. siempre han sido responsables de grandes movimientos e importantes franjas de la cultura joven (piense en el hip-hop y su impacto en la sociedad estadounidense). Son personas realmente influyentes en lo que respecta al deporte.

Además de eso, las encuestas oficiales dicen que la popularidad del presidente Trump está disminuyendo: en agosto alcanzó el nivel más bajo desde su llegada al cargo, y el hecho de que el presidente ya haya expresado sus críticas contra Nike (en un tweet publicado el 5 de septiembre) podría incluso convertirse en una contribución adicional a la campaña.

Por último, hay otra razón por la cual Nike podría jugar a este juego. Y es el punto más importante. El marketing moderno afirma que siempre se debe presionar al mundo para centrar la atención en tu marca, pase lo que pase, y la última campaña de Nike fue claramente un éxito desde este punto de vista. Las noticias de Kaepernick explotaron en todo el mundo, acumulando un valor estimado de más de 40 millones de dólares.

Solo podemos esperar que la campaña sea capaz de estimular un debate más positivo sobre los temas que enfrentan a la sociedad estadounidense. Quizás ayude a Kaepernick a encontrar un nuevo equipo.

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