Hace cuatro o cinco años empezaron a salir tiendas de zapatillas por todas las ciudades, unas mejores que otras, como la vida misma. Y hoy han cerrado, van a cerrar o se traspasan muchas de ellas. Los motivos son varios y muy distintos, uno de ellos es el volumen mínimo de compra a las grandes marcas que asfixia económicamente a las tiendas pequeñas y hace de selector intencionado de los puntos de venta por parte de las marcas a favor de los “tiendones”. De ahí que cada vez veamos más marcas en las tiendas pequeñas, mientras que las tiendas grandes, además de tener modelos exclusivos proporcionados desde las grandes firmas, las condiciones por aquello del posicionamiento son distintas y más beneficiosas. Dicho esto, rien ne va plus, éstas son las reglas del juego.

En los últimos meses he podido hablar con antiguos dueños de tiendas. Sapos y culebras, pero terminan reflexionando de manera unánime casi todos “de saberlo no me meto”, “cada vez han apretado más”, “es de locos, te eligen casi toda la colección”. Al mismo tiempo, he hablado con nuevos dueños de tiendas, los cuales evidentemente radian energía y ganas. Concretamente uno de ellos, Marcos, ha optado por un cambio casi total de firmas, dejando en la tienda las que mejor responden a la hora de su propia adquisición en los showroom.

Con todo esto pienso que las mega marcas muestran preferencia por vender mediante sus propias webs, ahorrándose muchos costes y teniendo la zapatilla al mismo precio que cualquier tienda que haya optado por sus condiciones, con mayor margen. Incluso alguna, haciendo ofertas fuera de temporada. La pregunta es que hasta cuándo durará esto; no todos los influencers y gente que rodea una firma serán capaces de exponer todo el muestrario en sus redes, y qué pasará con aquellos que no se las quieren probar o cuando tallen más grande o pequeño de lo habitual un determino modelo. Esto puede llegar a ser la pescadilla que se muerda la cola.

El tiendón, vaya por delante que se lo han currado y se la han jugado arriesgando su inversión, ahora es el verdadero escaparate comercial de las firmas, así que justamente tendrán que tener algún tipo de recompensa/beneficio, ya sea a la hora de elegir producto o a la hora de negociar el tope económico.

Mi opinión es que si has crecido comercialmente en un momento determinado, te dio para hacerte fuerte en tu zona y no has tenido muchas equivocaciones a la hora de elegir modelos y gestionar el negocio, hoy en día eres un triunfador y estás más cerca de ser el tiendón con el que todo el mundo sueña ser cuando decide abrir una tienda. Así que mucho ánimo.